Sergio Lemus / La Voz de Michoacán
México, DF.- La crisis económica y el aumento del 400 por ciento de las importaciones de madera que ingresan a México proveniente de países como Chile, Perú y próximamente Brasil, tienen “colapsadísima y muerta” la industria maderable mexicana ya que en este año se han cerrado 600 empresas del ramo afiliadas a la Cámara Nacional de la Industria de la Madera, reportó Leopoldo Oliveros de Llano, ex presidente y actual consejero de esta agrupación. Al ponerse en marcha la séptima edición de la Expo Forestal México Siglo XXI en la Ciudad de México, Oliveros señaló que los estados en donde se han presentado más cierres de las empresas del ramo forestal son el Distrito Federal y el estado de Michoacán, especialmente Morelia. Indicó que en particular este año ha sido de los más complicados para el sector forestal del país, porque tienen que competir con las empresas internacionales que importan madera y sus derivados a México dejando al sector mexicano contraído económicamente y sin recursos para seguir invirtiendo en sus bosques. En entrevista, expuso que ante esta competencia desequilibrada y con la crisis económica global, el 10 por ciento de los socios a renunciado a su filiación dentro de la Cámara Nacional de la Industria Maderable. “Nuestra Cámara tenía 6 mil socios, pero actualmente por falta de recursos y por el cierre de sus empresas se han ido 600 socios, y con ello se han perdido el igual número de empresas. La Cámara se encuentra en momento de crisis, y los lugares en donde más se han cerrado son el Distrito Federal y empresas en el estado de Michoacán. En Morelia han cerrado mucho”, explicó. Otros motivos de estos cierres, agregó, “son la falta de recursos para continuar en el negocio y la falta de créditos para inyectar recursos a la empresa maderable a nivel nacional; las importaciones de empresas extranjeras provocan que se pierdan empleos y el seguro social de los trabajadores, así como todas las prestaciones por ley”. Además, lamentó que los recursos que se ganan estas empresas no sean destinados a los bosques ni selvas del país. El ex presidente de la Cámara Nacional de la Industria Maderable exhortó a la federación, en especial a la Cámara de Diputados, a que se suba el impuesto de los aranceles de las importaciones para que se dé un respiro a las finanzas de la industria forestal mexicana, ya que de lo contrario, alertó, se podría provocar el rompimiento de las cadenas productivas y contraer más al sector. Leopoldo Oliveros reconoció la labor que ejerce la Comisión Nacional Forestal (Conafor) para rehabilitar las cadenas productivas, pero agregó que “si no empezamos por los pies no llegamos a la cabeza, y las cadenas productivas se requieren de apoyo con la comercialización de su madera, productos o muebles que representa toda la cadena nacional. La Conafor está haciéndolo muy bien, pero aún faltan más grandes esfuerzos”.
Cadenas productivas por desaparecer Luis Adrián Bucio, secretario general de la Cadena Productiva Forestal Villas de Hidalgo en el estado de Michoacán, precisó que la sequía de primavera-verano incrementó los precios de la madera debido a que se extendió en el municipio de Hidalgo la temporada de incendios forestales, por lo que la calidad de este insumo no es la adecuada para los artesanos ni para los integrantes de la industria de muebles. Señaló que se incrementó en este año hasta en un 20 por ciento el precio de la madera y de los insumos por la crisis económica y la sequía, mientras que las ventas de este ramo fueron del 65 por ciento “cuando en Hidalgo el cien por ciento depende de esta actividad económica”. Bucio aseguró que son 600 familias en Hidalgo y el oriente las que se benefician con esta cadena productiva, pero dijo que está la incertidumbre de que la cadena productiva pueda desaparecer por la situación que atraviesan. A su vez Marcelino César Orta, gerente de la cadena productiva de muebles de Acuitzio, comentó que él tiene un año con su negocio de viviendas y cabañas sustentables, pero aseguró que no ha tenido respuesta en ventas porque no existe una cultura en los municipios para construir casas o viviendas ecológicas. Enfatizó que ha sido un año complicado porque no ha habido apoyos para las personas físicas o empresas que se dedican al sector forestal en el estado, y consideró la posibilidad de que los ayuntamientos o el estado puedan apoyar con la promoción y en la parte de comercialización para cambiar la cultura de las viviendas de ladrillo y cemento por las casas ecológicas. Dijo esperar un año para conocer como evoluciona el negocio, y de lo contrario tomaría la decisión de cerrarlo, y finalmente pidió a las personas que conozcan su producto ya que “una casa de madera sale en 190 mil pesos y trae bastante ahorro en consumo de energía”.
Cadenas productivas por desaparecer Luis Adrián Bucio, secretario general de la Cadena Productiva Forestal Villas de Hidalgo en el estado de Michoacán, precisó que la sequía de primavera-verano incrementó los precios de la madera debido a que se extendió en el municipio de Hidalgo la temporada de incendios forestales, por lo que la calidad de este insumo no es la adecuada para los artesanos ni para los integrantes de la industria de muebles. Señaló que se incrementó en este año hasta en un 20 por ciento el precio de la madera y de los insumos por la crisis económica y la sequía, mientras que las ventas de este ramo fueron del 65 por ciento “cuando en Hidalgo el cien por ciento depende de esta actividad económica”. Bucio aseguró que son 600 familias en Hidalgo y el oriente las que se benefician con esta cadena productiva, pero dijo que está la incertidumbre de que la cadena productiva pueda desaparecer por la situación que atraviesan. A su vez Marcelino César Orta, gerente de la cadena productiva de muebles de Acuitzio, comentó que él tiene un año con su negocio de viviendas y cabañas sustentables, pero aseguró que no ha tenido respuesta en ventas porque no existe una cultura en los municipios para construir casas o viviendas ecológicas. Enfatizó que ha sido un año complicado porque no ha habido apoyos para las personas físicas o empresas que se dedican al sector forestal en el estado, y consideró la posibilidad de que los ayuntamientos o el estado puedan apoyar con la promoción y en la parte de comercialización para cambiar la cultura de las viviendas de ladrillo y cemento por las casas ecológicas. Dijo esperar un año para conocer como evoluciona el negocio, y de lo contrario tomaría la decisión de cerrarlo, y finalmente pidió a las personas que conozcan su producto ya que “una casa de madera sale en 190 mil pesos y trae bastante ahorro en consumo de energía”.